lunes, 17 de septiembre de 2012

Spain is not different

¿Quién se inventaría aquella frase estúpida del "Spain is different"? Porque no lo es.
España es como Italia, como Grecia y como Portugal. Y no hablo de economía (que no entiendo mucho), hablo de nuestras cosas, de las que nos dan identidad como país.
Y tampoco es diferente a la España de antes, son las mismas.

Vivimos en una España de manifestaciones, de protestas y de descontento. Vivimos en la España del futbol, de Sara Carbonero y de Belén Esteban. ¿Para qué nos vamos a engañar? Sálvame tiene su audiencia y a la audiencia le gusta la morralla, el morbo. Redes, con el genio Punset a la cabeza, tiene una audiencia diminuta.

Vivimos en una España de voto al PP, voto al PSOE. A Falange no que son unos fascistas e IU son unos rojos masones. Como si hubiese alguna diferencia entre estos, aquellos y los del final.
Pero nos gusta el tenis y la Fórmula 1. Decimos "hemos ganado" cuando Nadal se deja las tripas en la pista. Lo decimos con nuestra cervecita y nuestras aceitunas. Porque lo diferente no nos gusta, ni siquiera cambiar la cerveza por sidra.

También tenemos a la España de los librepensadores. Como Lorca, que lo fusilaron. Y de los que pensaron que el dinero duraría para siempre. La España de los que hicieron una F.P. y encontraron trabajo justo al terminar, con su sueldo mileurista que les valió para comprarse un coche. Luego cerraron la empresa y a la puta calle. Y ya no hay mil euros pero el coche hay que terminarlo de pagar. Quizás pensaron que el banco les haría una rebaja si las cosas salían mal.

Y mi favorita: la España de los españoles. La más nuestra. La de toros en TVE1, y santos y patronos en desfile por las calles con su retahíla de mantillas y velas. Y la de Manolo el del bombo, ídolo nacional. La de las mechas rubias para las mujeres y corte al 2 de la barbería para los hombres. Esa España donde el pelo azul o las rastas son de maricones o de hippies de mierda.
La España del jamón ibérico y el queso curado, del cocido madrileño y de Esperancitas Aguirres. De foto de las infantas en su primer día de colegio.

Luego hay otra España, que no se ve fuera de nuestras fronteras. La España de los jóvenes, que piensan. La España de los abuelos, alimentando a familias enteras con su pensión. La España de iniciativas y Radio 3. La España que yo quisiera que se viera, pero no se ve.

Y es cuando a un guiri le dices "España" ellos ya te ven en la playa, comiendo paella, viendo los toros y yendo a Ibiza todas las semanas.
Y esa es la misma España, Spain is not different. Porque los toros, las mechas rubias y Esperancitas Aguirres existen aquí, en Portugal, en Grecia y Italia. Y supongo que por eso somos la vergüenza de Europa, mendigando dinero. Y el recreo de Europa, ofreciendo nuestras playas y nuestra cerveza barata. Y por eso España no cambia, porque los españoles tampoco lo hacen.

2 comentarios:

  1. Hola, lo primero es felicitarte por tu blog, es magnífico. Te cuento, a mediados de los 90 estudiando sociología en Granada hice amistad con 3 muchachos ingleses, dos mellizos y su primo, que tenían una relación más de hermanos que de primos, ya que sus padres eran dos hermanos casados con dos hermanas y además eran vecinos. Eran de York y antilondinenses, decían que Londres era otro país, y te escribo porque algunas cosas que cuentas en tu blog no encajan con la idiosincrasia de ellos tres, además de por las cosas que me contaban, fotos que me enseñaban, etc…; lógicamente hablas de tu experiencia londinense, por eso hay cosas que sí pero otras que no. Al principio, cuando los conocí sí que parecían serios, tímidos más bien, luego esto lo hablamos, jamás en mi vida me podía imaginar que el año que mejor me lo pasé fue con estos tres inglesitos, te decía que al principio se mostraban más bien distantes aunque amables, pero conforme nos íbamos conociendo nos dimos cuenta de que congeníabamos muy bien, yo gaditano y ellos del norte de Inglaterra, ya ves, pero las diferencias culturales no impidieron nuestra amistad, una pena que entonces no hubiera internet, a veces me pregunto qué habrá sido de ellos pero espero y deseo que les vaya muy bien porque se lo merecen, la palabra que mejor los define es que eran unos muchachos entrañables, eran unos cachondos mentales y tenían un sentido del humor sarcástico similar al mío, además teníamos gustos musicales si no iguales, sí similares, también los cuatro éramos muy futboleros aunque ellos lo eran más que yo: el fútbol no solo era una fiesta sino que me atrevería a decir que era una religión para ellos, y no exagero; eran muy calientes tanto en el fútbol como en el sexo (soy hetero, pero los fines de semana dormía en su piso en el sofá-cama del salón y no veas los gemidos que soltaban ¡qué pasión! jaja, las españolitas se quedaban sorprendidas, no veas); los mellizos estudiaban filología hispánica y Jim su primo era compañero mío en sociología, los tres hablaban español mejor que muchos hispanohablantes, y no te exagero, llegué a pensar que eran superdotados porque conversar con ellos era una delicia, habían viajado por el mundo sobre todo por países iberoamericanos, Japón, USA, por Europa, España la conocían mejor que yo, hicieron el camino de Santiago, etc…

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    1. (continuación)
      Mi compañero Jim y sus teorías, jaja, decía que los ingleses eran hielo por fuera y fuego por dentro, que el elemento sajón durante siglos tenía reprimido a la vena romana (York, por ejemplo fue fundada por éstos) pero que ésta sale en determinados momentos (fútbol y sexo, por ejemplo), la verdad es que por los rasgos físicos, los mellizos si no abrían la boca jaja, pasaban por españoles y Jim aunque rubillo tenía los ojos más marrones que yo que soy gaditano, ya ves; también me hablaban del clasismo de la sociedad inglesa (ellos se sentían yorkinos e ingleses, pero no británicos porque decían que el Reino Unido estaba poco unido), me contaban que en su tierra sigue habiendo no en teoría pero sí en la práctica un sistema “feudal” con clases claramente diferenciadas por la cuna y el acento, con una clase alta estiradísima y puritana, y un pueblo y clase media trabajadora y/o proletarizada que era todo lo contrario, que la sociedad inglesa es una sociedad desgarrada por este clasismo, que debido a esto, mucha gente (Londres es otro país, me remarcaban) era muy conformista ante la poca posibilidad de ascenso social, y se aferraba a su novia, a su pandilla, al fútbol y a su cervecita; también me hablaban y esto lo pude comprobar en persona porque de vez en cuando les salía un ramalazo sobre todo a los mellizos, del machismo que hay en Inglaterra, que incluso creían que era peor que aquí, me decían que las muertes de mujeres a manos de sus parejas masculinas eran superior (el %) al de España, que conocían a una muchacha danesa que estudiaba en York y veraneaba en España y se lo comentó a los tres, que ella se asustaba ante los acosos de hombres que tenía que soportar, (en Dinamarca esto es impensable), la danesa lo mismo se llegaría a creer que estaba en una especie de Italia british o algo así, ante el caliente temperamento del varón inglés de provincias, pobre; respecto a las comidas la verdad es que tampoco vi “cosas muy raras”, no sé: comían legumbres pero en su plato como aquí, el pan de molde ni lo probaban porque eran palabras textuales “mariconadas londinenses”, acostumbrados al pan tan rico del panadero de su barrio, que su hijo estaba en su pandilla, además me enseñaban fotos y la verdad es que los panes éstos tenían muy buena pinta ñam ñam, aunque lo comían para bocadillos de queso, eran muy queseros como yo, nunca comían con pan para acompañar como pasa en España.
      Lo del te sí que se les cumplía el tópico, tomaban te a todas horas y toda clase de infusiones, fumaban más que yo, a lo mejor es por eso que tuvieran ese tono de voz algo ronco, entre el te y el tabaco…
      Para terminar te diré que tuve mucha suerte en poder conocer a estos tres personajes tan entrañables y que viva la madre que los parió, a pesar de ser tan cabezones, jajaja, pero algo malo tenían que tener jeje.
      Un saludo y me reitero en las felicitaciones por tu blog.
      Pepe de Cádiz


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