domingo, 30 de octubre de 2011

Quit

Eso es justo lo que acabo de hacer: quit. Acabo de dejar mi trabajo y me siento de olé.

He acordado con la señora Flatwood (nombre ficticio, o no) seguir trabajando aquí cuatro semanas más con el derecho a irme antes si me llaman de algún otro trabajo.
Mañana empiezo la "Operación caca job" que consistirá en bombardear con mi CV las vacantes en H&M, Starbucks, Inditex, Pizza Express, Nandos y demás cadenas explotadoras de inmigrantes.

Transcurridas las cuatro semanas acordadas, pasaré a ocupar el apartamento de S (S, bendita seas) hasta que encuentre trabajo y apartamento.

Sólo tengo una pena: mis billetes de avión comprados para España del 15 al 29 de diciembre. Si encuentro trabajo (y no me queda otra) me exprimirán cual naranja española en fechas navideñas. Adiós a los polvorones, adiós a los infinitos vasos de Baileys, adiós a mi abuela haciéndonos besarle los pies al niño Jesús en miniatura que guarda envuelto en un trapito de croché...

Sólo me quedará el consuelo de comerme las 12 uvitas delante de Mr. Big Ben.

P.D. Ayer fui a Splash, una peluquería en Soho altamente recomendable y como mi año nueva vida nueva han empezado este fin de semana, le pedí a la rusa que no sabía cómo pronunciar "blended" que me cortara muuuuuuy short por detrás y me lo dejara muuuuuuuuuuuy long por delante. Así que ahora tengo un peinado a lo Victoria Beckham muy favorecedor. Una pena que en mi blog os cuente hasta lo que como (jamás beans on toast for Her Royal Highness) pero que quiera permanecer en el anonimato, así que no hay foto. Ponedle a Victoria Beckham la nariz sin operar y 30 kilos más y me tendréis a mi.

Deseádme suerte.

sábado, 29 de octubre de 2011

Sacre Coeur

He tenido el blog abandonado por un motivo: viajar. Hace dos fines de semana estuve en Colchester, town a 50 millas de Londres con nada que ver pero mucha cerveza por beber. El fin de semana pasado estuve aquí, en el Sacre Coeur (entre otros lugares).

Al ver la imagen quizás penséis que he ido a India y he vuelto para un fin de semana, pero no, he estado en París.

El Sacre Coeur es lo que más me ha impactado de París, incluso más que subir 400 escalones para ponerme cara a cara con las gárgolas en Notre Dame (ahí los impactados eran mis pulmones). A cualquier que vaya a París por primera o por decimonovena vez le recomiendo subir a este templo católico (no hindú).

Por lo demás: la Torre Eiffel muy metálica y alta, el Moulin Rouge es pura decepción, las pirámides del Louvre son incluso mejores face to face y en la Bastilla sólo una una columna, nada de cárceles tétricas que poder visitar.

Mi impresión sobre los parisinos es que son gente más tranquila que los londinenses, que hablan entre ellos en vez de teclear compulsivamente en sus Blackberries al estilo inglés, que tienen sentido del gusto para vestir (ya quisiera la inglesa más pija vestir como la parisina más cutre), que los Starbucks escasean (una se ha acostumbrado a los cancarros diarios) y que el metro es tan cutre como el de Londres pero más barato y, flipad con esto, con cobertura en el movil.


jueves, 6 de octubre de 2011

Cree el español que todos son de su condición

Anoche estuve en casa de S haciendo un catch up (vosotros aprendéis inglés como que yo me llamo María) cuando llegamos a la conversación: por qué los españoles estamos tan asustados de otras religiones, culturas, razas... No es miedo S, le dije, es que sabemos que hay religiones y culturas que no enlazan bien, así que las evitamos. S me intentó convencer de que relacionarse con gente distinta a tí es bueno, siempre y cuando cada uno respete a los demás y no trate de imponer nada.

Ahí está el problema,S, le dije, normalmente la gente trata de imponer su religión, la música que le gusta, los libros que lee, la ropa que se pone... No, they don't, dijo.
Le conté una anécdota que aún no ha ocurrido, la que pasará cuando ella vaya a España a casa de mis padres y a pesar de que le diré a mi padre previamente que S no come cerdo y que no bebe alcohol, mi padre insistirá hasta aburrir en que S pruebe el jamón de patanegra porque "hombre, no te puedes ir de España sin probar el jamón", y le intentará meter el catavino por la nariz porque "hombre, si esto no lleva casi alcohol, si esto es zumo de uva".
¿En serio? dijo S sorprendida. Por supuesto, respondí yo, somos españoles, nuestro vino, nuestro jamón, nuestra música, nuestro sol... son los mejores y de eso hay que hacer partícipe a todo el planeta.

El español (casi todos, no todos, yo no que soy perfecta) piensa que el musulmán le va a poner un velo en la cabeza, que el mejicano le hará comer comida picante hasta llorar, que el rumano le va a hacer pedir a la salida del supermercado y que los negros que vienen en patera nos vas a echar del país en pateras, que diga, a patadas.
Cree el español que todos son de su condición.

domingo, 2 de octubre de 2011

Back up

Back up es un sinónimo de support, que no significa soportar en su acepción española, significa apoyar, respaldar.
Ahora mismo la única frase que se me viene a la cabeza es en inglés (me está costando escribir este post en español y no estoy orgullosa) es: where the hell is all the back up when you need it?

Estoy pensando seriamente en dejar el curro, llevo sólo dos meses y medio con esta familia, sólo un mes trabajando propiamente hablando y ya estoy muy harta, ¿cómo de harta? Digamos un 80%. Las niñas se hacen querer y sé que necesitan una niñera pero empiezo a pensar que no seré yo por mucho tiempo. La situación en casa es muy difícil: los padres llevan dos años separados en la práctica pero siguen viviendo bajo el mismo techo y como no se pueden ni ver intentan no estar en casa al mismo tiempo lo que nos deja un hogar desestructurado, una casa caótica y dos niñas reclamando atención. Además la madre es lo que los ingleses llaman "picky" que en español es "tiquismiquis" y yo sinceramente estoy llegando a mi límite.

Mañana será otro día dicen por ahí, pero ahora mismo sólo pienso en dejar el trabajo y mandarlo todo a tomar por el bottom. Y claro, en pleno momento de llorera y ohmygodohmygod y teniendo en cuenta que S llegó esta mañana de EEUU y estará durmiendo intentando superar su jet lag y que M (mi otra mejor amiga) estará también dormida porque se levanta a las 5am para trabajar, he decidido llamar a A, que como lleva 12 años en Londres y es un hombre maduro me puede ayudar, ¿no?
Conversación:
A: ¿Y dónde vas a vivir?
Yo: Puedo quedarme en casa de S tanto tiempo como lo necesito, semanas incluso. (No lo he dicho pero estaba esperando que A dijera que me ofrecía su casa, pero no)
A: Necesitarás otro trabajo.
Yo: ¿En serio? Ya lo sé, encontraría otro.
A: Debes empezar a buscar ya.
Yo: Ni siquiera sé si voy a dejar este trabajo.
A: Y Londres es muy cara.
Yo: Tengo dinero ahorrado.
A: El dinero se gasta.
Yo: O igual vuelvo a España.
Aquí, entre vosotros que no me conocéis y yo, estaba esperando que A se pusiera un poco triste ante la idea de que me mude de vuelta a España, pero ni siquiera ha abierto la boca.

A veces, cuando estás triste, agobiado o enfadado, sólo necesitas un "todo va a salir bien", que  no arregla nada, pero te hace respirar hondo y creer que sí, que todo va a salir bien. Y yo me pregunto seriamente: Where the hell is all the back up when you need it?

sábado, 1 de octubre de 2011

Book Crossing

Mi madre cuenta (para abochornarme) que cuando tenía 5 años y apenas sabía escribir, jugaba a la biblioteca con mis libros de Disney. Siempre me han gustado los libros y ahora que puedo leer en dos idiomas (sí, sólo dos), aún disfruto más de la lectura.

Con el tiempo he ido amontonando libros tanto en español como en inglés, libros que ninguno de mis amigos quiere leer y que acumulan polvo en mi habitación. Estaba a punto de tirarlos al reciclaje cuando una amiga me habló de la iniciativa Book Crossing y decidí animarme a participar.
Basicamente consiste en registrar en la web los libros que ya no quieres, la página genera un código único para cada libro, coges tu libro, escribes el código en la primera página, la dirección de la web e invitas a quien lo encuentre a registrarse y así sabrás por dónde está viajando el libro.

Ayer por la mañana dejé un libro en español (Perdona si te llamo amor) en un tren de la Northern Line en mi camino a la academia, simplemente lo abandoné en un asiento. Anoche recibí un mensaje en la página web de Book Crossing, era de margotct, una mujer que había encontrado mi libro y me daba las gracias por él. Cuando ella termine de leerlo, volverá a abandonar el libro en cualquier otro lugar para que alguien más pueda leerlo.

Mañana volveré a hacerlo con The Death Instinct (que no todo lo que leo es romántico), lo dejaré en la Victoria Line y así mis libros no morirán triturados.
Os invito a que hagáis lo mismo con esos libros que jamás volveréis a leer.